Seguidores

viernes, 13 de noviembre de 2009

(2da) Carta a mi otro yo

Como responderte, si todo eso que ves en mi yo lo veo en vos.

Responsabilidad la mía de escribirte, porque sé que en cada palabra te entrego algo.
Y eso es sellar, es firmar un contrato.

Tenés esa extraordinaria manera de explicar las cosas, que varias líneas tuyas  me atrapan, me tienen una semana pensándote, y mucho mas.

Apareces cada tanto, pero en el momento justo, porque estoy en medio de un proceso complejo de reconstrucción.

Mucho tiempo trabajé para esto, para lo que soy, y no quiero perderlo.

Me hablás de vida, de rumbos. Y te digo que siempre pasa, todo el tiempo. No es la falta de objetivos lo que nos demora, es el entretenimiento que vamos encontrando en el camino.

Las metas están claras, pero transitando nos fascinamos con cosas, que (a tiempo en tu caso) hay que saber descartar.

Por eso en un mensaje te hablé de terminales, necesito seguir encontrándote en ellas a lo largo de mi vida.
Porque ese viaje que cada tanto compartimos (seas vos local, sea yo, o los dos extranjeros) es el viaje que me hace bien
Que me enfrenta conmigo misma, y resume mis meses de experiencias vividas.
A veces me encontrás piola, otras súper peleadora.

Pero lo que rescato es que simpre me encontrás.

Me encanta leerte así, un toque conflictuado, un poco solo.

Te capto solitario, pero por decisión propia, y esa es la soledad que se disfruta, aunque no por eso duele menos.

Te falta tu coequiper, sí, tu compañia de aventuras. Entiendo eso hasta las lágrimas, porque a mi tambien.
Porque me tocó encontrar aquella amistad ideal y con ella tambien la distancia.
Pero esa misma persona me enseño hace unas semanas por mensaje de texto que la vida tiene esas cosas, esas vueltitas.
Dios te pone seres que están para ciertos momentos. Hay que tomarlos como un regalo, y dejarlos volar.
Lo que cuesta es el día a día sin ellos. Lo que cuesta es ser uno solo.

Vos me imprimís, yo tengo una carpeta con tu nombre, cada letra guardada en forma virtual.

Me emociona que cada día reflexiones, te rectifiques, intentes, trates de "no esto", "no lo otro".

Como te explico que tenés la capacidad de leerme que me toca las fibras más intimas, capacidad o don, no lo se.

Y por eso te etiqueté como mi otro yo.

No te das una mínima idea de lo oportunas que fueron tus palabras.

1 comentario:

  1. Me encanta como escribis lindaaaaaaaaaaaa, ya nos vamos a encontrar en algun momento. pero mientras tanto y a lo lejos te mado un beso y un abrazo de kilometros.

    Fabricio

    ResponderEliminar