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viernes, 22 de octubre de 2010

hoy se hizo yeso

Vi tantas personas hoy, y todas me marcaron. Corrijo, no vi, se cruzaron en mi ruta o viceversa.

Hablé con tantos oídos hasta quedar sorda de escucharme.
También me enmudecieron, pero solo uno me conmovió.
…………………………………….

Lucas te veo a media cuadra, en la oscuridad, llego y atropelladamente te hablo, como suelo hacer con gente desconocida. Tal vez me divierte en secreto avasallar a las personas.

-Tomás el Chevalier blanco de la flor rosada que va a Once?

Me miras tildado, no emitís respuesta ni siquiera gestual por unos eternos segundos.
Estás bien vestido, informal de jean, pero prolijo, limpio, peinado. Lo único fuera de contexto, algo negro, manchas en tus manos.

-Si supieras lo que me pasó…
- Vos si supieras lo que me pasó, interrumpí, hice dedo desde las tres de la tarde… y bla bla bla… Hasta que le di el turno, merecido, pero no impacientemente esperado por él.

Me contás lo sucedido, incrédula y dura te pregunto, mientras mis ojos se alborotan en lágrimas, “¿Me decís en serio?” Mientras te toco el tronco superior con un puño cerrado, suave. Porque siento que el contacto físico, más la respuesta de mi interlocutor me dan la pauta para creer o no.
Respondés que si, y esa afirmación da permiso y rienda suelta a estos lagrimales que un ratito antes los había estado usando, también las tres semanas anteriores, sin parar. Dicen algunos libros que las lágrimas se terminan, no es mi caso.

-¡Te felicito!
-No puedo creer que estoy hablando con una mujer, me decís.

Y te lo creo.

-¿Me esperás que compro el mismo pasaje así viajamos juntos?
-Si dale andá que la señora dijo que ya ya ya está pasando el cole.

Corrés ida y vuelta la media cuadra que separa el guardarrail de la mini terminal de Campana.

-Y por que estás solo? No te fueron a buscar?
-Nadie sabe, voy de sorpresa.
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Dejaste hace 6 años y medio a tu mujer, y ella te sigue esperando, hasta hoy. Tenés un nene de cuatro, gestado entre rejas.

Lucas ex convicto.

Tu sentencia es hasta 2012, te cambiaron como 4 o 5 veces de cárceles. Hoy antes de las 21 hs estás tirado en tu celda, aparece un agente.

- ¡Macado!
- ¿Que? , si ya se, me van a cambiar otra vez.
- Estás libre.

Te pregunto si lloraste, y solo dijiste calmadamente: no, ¡me cambié!
Papeleo, huellas digitales, y a las 21hs, un 21de octubre de 2010 salis, dos años antes de tu sentencia.

-¿Y no le avisás a tu mujer?
- No, voy directo, es mejor. Es más, 5 minutos antes hablé con ella y no le dije nada.

A las 23 hs te conocí, y solo te escuche media hora, intensa, que me dejó helada, suspendida, ahuecada.
Como siempre hago, me meto en la vida privada de otros seres con mi versito “discúlpame que te haga una pregunta íntima” y ahí suelto el cuestionario, muy predecible.

. Porqué te sentenciaron?

Me contás, con lujo de detalles, no lo expongo en este escrito, porque algo de respeto me queda y de filtro. Y no te temo. No te temí media hora antes cuando una de las primeras cosas que me dijiste fue “soy ex convicto”. Solo me sentí feliz por vos, te lo hice saber tantas veces que hasta yo me sorprendo, ahora que lo vuelco en letras, como puede afectarme la libertad de seres desconocidos.

Pensé, mente cerrada, que amaba mi libertad, y me jactaba de ella.
Pensé que amaba la libertad de quienes me dejan, y sentía envidia con un gran porcentaje de admiración.
Pero jamás imaginé que amo la libertad de quienes no conozco.

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Subimos al mismo cole, resulta que era un Chevalier blanco con una flor rosada, pero no era el mio, asi que te di un beso en la mejilla mientras el conductor esperaba mi subida, despedida, palabras finales y bajada de la nave.

Asi me conmoviste, y aunque la palabra LIBERTAD ronda hace días en mi cabeza, hoy se hizo yeso, arcilla dura, cemento, ladrillo, vidrio, tangible, tocable, insuperable.
Gracias Lucas, fui la primera en escucharte, y la ultima en dormir esta noche, porque no me sueltan mis pensamientos, me mantienen sumergida y se encargan de luchar por no soltarme.

martes, 12 de octubre de 2010

Te lo dieron gratis

Te vi, noté llanto en tu garganta.. y como duele. Sentir...que no salga.
Ardor, mueca de dolor, sin lágrima. Rostro seco, ni una lágrima.
Te bajan el umbral de angustia, pero de la mano vendrá el recorte de lágrimas?
Gotas que fueron tu deshaogo por tiempos.
Quedás frenada, y tenés un día por delante, una vida que sostener.
Pero todo depende de tu lagrimal, agrietado, abandonado, sin riego.
Te pesa la mente, late tu cabeza, el corazón es lo de menos, no cuenta.
Necesitas una ilusión no tan pasajera para distraerte de este nudo que te envuelve, garganta adentro, cuerpo entero.
Si te pasó antes, ni lo recordás, solo sabés que hoy te pesa, y no tenes músculos para sostenerlo. Se consumieron en un mes.
Pero sabés, o te dijeron que es un trayecto, por el que no querés pasar, porque te lo dieron gratis, sin elegirlo. No sos dueña. No querés comprarlo, solo que pase, porque es plomo, te dobla encorvada. No existe estructura que te sostenga, porque estás haciendo todo, y te encontrás con estas lunas que ya odias.
Necesitás urgente salir de esto, porque la fragilidad de los últimos meses ya está al tope, y no quedan reservas.
Y la mente, cada minuto mas densa, como explosiva, te tira para adelante, a veces para atrás.
Ahi quedás, la misma historia desiempre, inconclusa, que te cansa.