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lunes, 24 de mayo de 2010

Corazón desordenado

Siento que te extraño sin autoridad para hacerlo.
Quiero erradicar tu significado de mi mente,
porque solo ocupa espacio y me quita minutos de vida.
Me cansa pensarte, porque el tiempo corre mientras tanto,
y no gano nada, solo estas letras inconclusas que cada tanto alguien las toma como propias.

Busco y busco algo,
una frase que te resuma.

Sueño con convertirte en palabra y olvidarte al rato. Pero no tengo tu esencia, tu fórmula.
Agota tanto que me afectes, me hace sentir debil.
Hoy me enojo conmigo, por cuidarte en mi mente, y protesto por este corazón que no se cansa de desencantos.

Un corazón desordenado,
que ya estaba en venta.

martes, 11 de mayo de 2010

Cuando nos dimos cuenta que ya no te espero

El último esfuerzo de adivinarme en tus manos...
Fue en vano.
Sólo llenó de sombras un corazón que ya estaba al tope,
vaciando el mismísimo vacío.

El último intento de acurrucarte a mi luz,
las repetidas ganas de tenerte,
el suave aroma a cariño creciente,
todo fue oscuro.

Tus improvisadas apariciones
sin llamada previa,
no me dan tiempo a fortalecerme.

Esa forma casi estudiada de desaparecer
por tiempos indefinidos
(que solo tu alma entiende)
me debilita hasta la agonía,
me desenchufa de la alegría.

Cuando nos dimos cuenta que ya no te espero,
el silencio se esforzó entre tema y tema,
y no quedó otra que una despedida común,
como tantas otras veces.