(1era) Carta a mi otro yo

Me pone feliz que me leas, casi un año despues, pero es válido.

Porque las relaciones interpersonales estan marcadas por los tiempos, y cada ser tiene el suyo propio.
Sigo escribiendo, desenfrenadamente. Tal vez en un matiz distinto a ese relato que leíste sobre la campera.

Me interesa que busques mis escritos en mi blog, espero, (tal vez en un año mas) que logres entrar, leer y decirme qué te provocan mis palabras.

Me hace bien que cada tanto aparezcas, me haces reir, me haces pensar.

Gracioso hasta las lagrimas lo de "la otra" Daniela, quisiera imaginarme el grado de confusión, pero dejo tranquila a mi mente y espero unos meses hasta que te vuelva a ver y me lo cuentes en persona, tal vez en un colectivo linea 9, mas o menos a las diez de la noche.

Espero las fotos del doble de mi sobrino, quiero reirme con eso.

Te dejo un beso, mejor te lo quito, porque antes quiero contarte que estoy pasando un momento muy lindo en mi vida.
Mis materias, que son dos, (y con ese corto número no significa que sea poca la carga académica)
me tienen loca, pero las llevo bien, rindiendo casi un parcial por semana. Con el plus del trabajo que resiente mi espalda, a la altura de las dorsales, llegando al punto crítico de imaginar que tengo un tumor dado el dolor que siento, o dada la capacidad de volar con la mente que me sobrepasa.

Tambien quiero contarte, antes de devolverte tu beso, que estoy en tratativas con la paciencia, convirténdola en mi maestra, y a la ternura en mi aliada. Transformo lo que siento en palabras, aca estoy y puedo ser feliz.

Dejo pendientes muchos temas, dejo abiertas varias ventanas, para salir a explorar, volver y contar. Para cerrarlas si tenemos ganas, para ignorarlas si no nos da el tiempo.

Ahora estoy lista para mandarte tu beso de despedida.
Ahora estoy lista para terminar mi día.