Cilia no se da cuenta

Un poco más endurecida, Cilia te espera.

Como si fuese mitológica su vida,
arranca de historias inconclusas restos de pasión,
que la distraen del androcentrismo que la rodea.

Cilia no se da cuenta
que cada vez está más oscuro afuera,
porque tiene una potente luz adentro
que enmarca todo lo que hace y deja de hacer.

No quiere ver lo que vos ves,
por miedo a adueñarse de ése ángulo,
tomarlo como propio,
y fatalmente: conformarse.

Ella tiene un aroma a roca,
destiñe mares,
desempaña otras miradas,
pero la suya...
Cilia no admite lo de su mirada.

Y asi sigue, aclarándote las noches,
esperándote de día.

Trastocando las horas, cambiando notas, para ver si un día funciona..
y deja la espera,
y se encuentra en tus ojos.


Cilia: "ciega", origen cántabro.
"El término cántabros (en latín; cantabri, de cantăber) fue el nombre dado por los romanos a un conjunto de antiguos pueblos que habitaba en el norte de la península Ibérica
Se deduce que cántabro vendría a significar pueblo que habita en las peñas o montañés, en clara referencia al territorio abrupto y montañoso de Cantabria."